La antigua Roma fue una civilización próspera que comenzó a crecer en la península italiana ya en el siglo VIII a.C. Situada a lo largo del Mar Mediterráneo y centrada en la ciudad de Roma como se menciona en el mapa de la antigua Roma, se expandió para convertirse en uno de los mayores imperios del mundo antiguo. En sus aproximadamente doce siglos de existencia, la civilización romana pasó de ser una monarquía a una república aristocrática y a un imperio cada vez más autocrático.

 

La antigua Roma creció desde una pequeña ciudad en el centro de Italia, el río Tíber, hasta convertirse en un imperio que en su apogeo abarcó la mayor parte de Europa continental, Gran Bretaña, gran parte de Asia occidental, el norte de África y las islas del Mediterráneo, como se muestra en el antiguo mapa de Roma. Entre los muchos legados del dominio romano se encuentran el uso generalizado de las lenguas romances (italiano, francés, español, portugués y rumano) derivadas del latín, el moderno alfabeto y calendario occidentales y el surgimiento del cristianismo como una importante religión mundial.

 

La antigua Roma, el estado se centraba en la ciudad de Roma. En este mapa de la antigua Roma se menciona el período que va desde la fundación de la ciudad y el período regio, que comenzó en el año 753 a.C., hasta los acontecimientos que condujeron a la fundación de la república en el año 509 a.C., el establecimiento del imperio en el año 27 a.C. y el eclipse final del Imperio de Occidente en el siglo V d.C.

 

Según la leyenda, la Antigua Roma fue fundada por los dos hermanos y semidioses, Rómulo y Remo, el 21 de abril de 753 A.C. (ver mapa de la antigua Roma). La leyenda afirma que en una discusión sobre quién gobernaría la antigua Roma (o, en otra versión, dónde se ubicaría la ciudad) Rómulo mató a Remo y le puso su nombre a la ciudad. Esta historia de la fundación de la antigua Roma es la más conocida, pero no es la única.